Historia de Fotosintetic

Caleidoscopia somos un grupo de amigos Licenciados en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla. En ella compartimos años de aprendizaje y además trabajos comunes. Entre las exposiciones colectivas del grupo destacan, Reflejos en la Sala Misericordia de Lebrija, D-Spacio en la sala de exposiciones de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla, o Almas de construcción masiva en la Fundación Alcalde Zoilo Ruíz-Mateos de Rota.

Este año, una tarde de finales de verano, nos reunimos para replantear la filosofía y el método de trabajo del grupo. Y días después decidimos presentar una propuesta para el Concurso de Intervenciones Artísticas La Transversal de la BIACS 3. De la gran lluvia de ideas de esos días nace Fotosintetic.
Esta propuesta es nuestra primera obra colectiva, en la que por primera vez hemos trabajado todos, los diez miembros del grupo, juntos. Han sido unas semanas muy intensas, de mucho trabajo y muchas emociones compartidas.

Fotosintetic comienza con una convocatoria, pedíamos a cualquiera que quisiera formar parte del proyecto que nos hiciera llegar botellas de plástico. Lipasam nos prestó para ello 6 contenedores. Este blog fue creado precisamente para dar publicidad a esa campaña de recogida de botellas, la difusión del proyecto se completó con carteles y un envío masivo de mails. También fuimos a hablar con algunos grupos de alumnos de la Facultad de Bellas Artes, algunos profesores nos invitaron a contarles el proyecto.
Nos llegaron bastantes botellas, pero necesitábamos muchas más, así que salimos a buscarlas. Estuvimos en la Romería de Valme en Dos Hermanas y muchas noches fuimos a limpiar las calles tras el botellón. También hicimos un viaje a Jaén para recoger las que nos tenían preparadas allí.
El resultado final de la instalación dependía casi por completo del número de botellas recogidas, es decir de la participación del público. Sin público no hay obra de arte. En nuestro caso esta frase no es una forma de hablar. En total hay aproximadamente unas 5000 botellas de plástico. Esta obra es de cada una de las personas que han colaborado al menos con una botella.

Una vez que empezábamos a tener botellas, comenzaba el proceso de manipulación. Primero quitar etiquetas, tapones y arandelas. Luego cortar la base y lavarlas. Después pintar de verde las que eran transparentes y rajarlas por los lados, para por último, rizar las tiras y que queden con forma de flor. Todo esto con cada una de las 5000 botellas.
Hemos tenido dos sedes para realizar este trabajo, una nave en la que de manera muy generosa, nos hicieron un hueco para trabajar. Y una terraza en la 3ª planta de la Facultad de Bellas Artes.

Las botellas no era nuestro único trabajo esos días. A la vez tuvimos que resolver otros asuntos. Hablar con instituciones, conseguir permisos, preparar la iluminación y el sonido…
Decidimos optar por un sistema de iluminación ecológico, que no desprendiera calor ni gases y que no produzca contaminación lumínica, de bajo consumo. Finalmente decidimos usar bombillas de leds.
El sonido, una respiración y el latido de un corazón, se combina con el ritmo de encendido y apagado de la iluminación.

En tres días el equipo de trabajo vertical colocó la instalación en la fachada.
El día 18 de Noviembre se inauguró y durante dos meses estará en pleno centro de la ciudad para crear un paréntesis en nuestra rutina. Para que al menos durante unos instantes nos paremos a observar y tengamos algo distinto en que pensar. Para que cada uno pueda opinar.